Desde nuestros inicios, el foco estuvo en brindar atención médica y económica a los trabajadores que, tras sufrir un accidente laboral, quedaban en una situación vulnerable. Con la promulgación de la Ley 16.744 sobre Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales el 14 de febrero de 1968, se estableció un marco legal que aseguró la protección y los beneficios necesarios para quienes enfrentaban estos riesgos.
Nuestro compromiso con la seguridad ha ido más allá de la prevención. A lo largo de los años, hemos desarrollado una amplia especialización en el tratamiento del trauma y la rehabilitación de trabajadores accidentados, facilitando su recuperación integral y su reincorporación al ámbito laboral y social.
En paralelo, hemos trabajado codo a codo con nuestras empresas adherentes y sus trabajadores para promover una sólida cultura de seguridad. Este esfuerzo conjunto ha sido clave para lograr una reducción significativa de los accidentes laborales en Chile, hoy por debajo del 4% anual. Seguimos firmes en nuestro desafío de alcanzar el Cero Daño a las personas, innovando continuamente en nuestros centros de seguridad y fomentando la investigación en seguridad para proteger a quienes confían en nosotros.